“Gustad y ved qué bueno es el Señor” (Salm 34)
Hace unos días, Domingo para más señas, después de participar en la Eucaristía, (altamente recomendable para la salud, lo de participar en la Misa, claro), dedicada a la Virgen del Remedio, bonita y entrañable tradición, me encontré con una señora que llevaba a una niña de unos cinco años cogida del carro donde estaba su hermanita pequeña de año y medio, ambas iban preciosamente vestidas, difícil decidir cuál más bonita… aunque la pequeña terriblemente simpática, llamaba la atención con su movimiento de manos y pies y su risa contagiosa… ¿será que adivinaba la presencia de la Madre del Remedio, engalanada para salir por las calles del barrio?. No pude evitar contemplarla y sonreír con ella. La señora complaciente y amablemente me dijo: “África te sonríe”, me pareció no entender, por lo que pregunté: ¿Cómo ha dicho?… “Que la niña le sonríe, y se llama: África”, me contestó… En ese momento, las cosas del corazón, en cuestión de segundos estaba en Mishikishi, (Zambia), en la celebración del Ifisabo, (Eucaristía en acción de gracias por la cosecha)… Estaba sentada, atenta, con el corazón abierto para escuchar a Dios en su Palabra… se me acerca un niño distraído, él miraba hacia delante, separa mis manos cruzadas y se sienta en mi regazo, yo no salía de mi asombro, el niño casi sin inmutarse abre los ojos y empieza a mirar mis manos, las toca, les da la vuelta y encontramos nuestras miradas, nos sonreímos y ambos continuamos atentos…
“O taste and see that the Lord is good”, así es, ¿cómo no iba a sentir y gustar lo bueno que es Dios? Ahí estaba su presencia, y bendito sea, me sentí acogida y contenta por este pequeño gesto, de despiste quizá, y resonaba en mi corazón esas palabras de Jesús: “Te doy gracias, Padre…estas cosas… las has revelado a la gente sencilla”.(Lc 10, 17-24)
Evangelio y Vida me llenaron de alegría. Ojalá sepamos escuchar, llenarnos y contagiar siempre esa alegría que viene del Evangelio, que se hace Vida, amor, en cualquier circunstancia que se nos pueda presentar…
Los cohetes me devolvieron de nuevo a la calle y a la procesión de la Virgen, a ella le digo:”Míranos con compasión, no nos-los dejes Madre mía”
Y es que Zambia también es tierra de María. “Y nosotros los africanos también somos hijos suyos”. ”Nuestra tierra ahora es tierra de María” (Así dicen las frases de la foto)
“WE MAYO MARIA, UTULOMBELE”.
(María Madre, Ruega por nosotros)
Enlazados
Hna. Trini López. Discípula de Jesús