Palabras en el acto de Graduación de Infantil – José María Fernández-Corredor Soriano
Estimados amigos: padres y familiares, especialmente abuelos y hermanos de los graduados, AMPA,
Hermanas Discípulas de Jesús y compañeros sacerdotes, Claustro de Profesores y personal de esta casa. alumnos:
Hemos escuchado al inicio de todo este acto el breve relato del evangelio de San Marcos (Mc 10, 13-16), en el que se cuenta como Jesús se enfada porque los niños se consideraban como poco importantes. Esta tarde nosotros decimos que los niños merecen una especial importancia y que son los primeros entre nosotros. La etapa de Infantil es fundamental y requiere una dedicación especializada porque es base para los estudios que terminarán en cursos posteriores; detrás de una buena calificación al final de una titulación universitaria, habrá que mirar siempre agradecidos estos primeros pasos. Estos primeros años son la base de lo que posteriormente a nivel intelectual y humano el colegio desarrollará en estos niños.
El evangelio también nos dice que todos nosotros hemos de hacernos como niños para entrar en el reino de Dios. Nos está diciendo que para ser educadores, padres, maestros y profesores, todos hemos de volver también a ser discípulos. Hemos de volver a la humildad e inocencia de los niños. Hemos de bajar de nuestra soberbia y seguridad y dejarnos enseñar para volver a comprender en estos momentos difíciles en la educación cómo hay principios y valores que no cambian con las modas.
Hoy a todos se nos llama a ser buenos educadores creciendo en unidad familias y colegio; a enseñar más con nuestro ejemplo que con nuestras palabras. Recuerdo a la hermana Ana María, Dscípula de Jesús, y tutora de estos niños y que en esta tarde nos mira desde el cielo, y que nos decía un poco antes de marcharse cosas así: “quered a los niños, entregaos a ellos, ellos se fijan en todo, captan más de lo que nos pensamos, necesitan que estéis a su lado, no os canséis de hacerlo bien, queredlos mucho…”
Agradezco la presencia de todos, sois todos Colegio de Santo Domingo, “familia de familias”. Agradezco las palabras y el entusiasmo puesto en este acto por todas las tutoras y por las palabras en nombre de todos los padres y profesores.
Muchas gracias.