Sábado 25 ABRIL DE 2015, 19 h. En el contexto del Día de la Familia. REPRESENTACIÓN.
Un “Milacre” de San Vicente Ferrer en el Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela.
Por primera vez en la historia en Orihuela.
BREVE HISTORIA DE LOS MILAGROS (“MILACRES” EN VALENCIANO) DE SAN VICENTE FERRER, QUE SE REPRESENTAN EN VALENCIA Y EN ALGUNA POBLACIÓN DE SU ANTIGUO REINO, DURANTE LAS FIESTAS CELEBRADAS EN HONOR DE SU SANTO PATRÓN.
Desde el año 1461, cuando se cumplían los cuarenta y dos años del fallecimiento del taumaturgo, se vienen levantando altares en diversos puntos de la ciudad, en los que actualmente, y a modo de modestos Autos Sacramentales, los niños interpretan pasajes de los numerosos milagros que llevó a cabo el famoso y venerado dominico valenciano.
Si bien es cierto que en la referida ocasión solamente un altar fue levantado en la calle del Mar, posteriormente se fue añadiendo alguno más, alcanzando en la actualidad la cifra de una veintena de ellos, tanto en la capital como en alguno de los pueblos que forman nuestra Comunidad.
En sus inicios, los altares recogían una serie de versos, flores y elementos decorativos, pero no se representaba ningún texto sobre ellos. Esto viene a suceder mucho más adelante, concretamente en el año 1810, cuando los altares de El Tossal i el del Mercado Central, que perviven en la actualidad, comenzaron a representar los guiones que los poetas valencianos del momento escribían, basándose siempre en alguno de los más de ochocientos prodigios realizados por el Santo Padre Vicente (Pare Vicent en nuestra lengua valenciana), y que se escenificaban por medio de niños, a los que, cuando finalizaba su representación, se les obsequiaba desde el público espectador con lanzamiento de caramelos, peladillas y otras golosinas, que aquellos se aprestaban a recoger del estrado a toda velocidad, procurando conseguir el mayor número de ellos. También se les solía obsequiar con alguna moneda que otra.
Hoy, los milagros han alcanzado un volumen importante, habiéndose convertido en la tercera fiesta en cuanto a popularidad de nuestra ciudad, después de las Fallas y del Corpus. Y estos milagros compiten sanamente, gracias al concurso que la sociedad valenciana Lo Rat Penat y la Junta Central Vicentina, organizan cada año, y que se celebran entre el martes siguiente al domingo de Pascua y el jueves de la misma semana. Posteriormente, el domingo, víspera de la festividad religiosa, y el mismo lunes, día de San Vicente Ferrer, cada altar escenifica varias veces el mismo milagro que ha presentado en el concurso, circunstancia ésta que, como ya ha fallado el jurado del mismo, conociéndose por tanto los premios conseguidos, estimula a los niños a interpretarlo todavía mejor, tanto los que han quedado por arriba como los que su premio ha sido solamente un simple accésit, con lo que los espectadores salen ganando porque ven cómo se entregan los niños con cuerpo y alma para hacerlo, reitero, lo mejor posible.
Aunque un noventa por ciento de los textos siempre han estado escritos en verso, el resto lo está en prosa, pero la costumbre y tradición aconsejan que lo estén en verso, ya que desde sus inicios ésta fue la directriz seguida por los autores.
Condición indispensable es que el guión esté basado en uno de los milagros realizados por el dominico, si bien se admite que la argumentación del conjunto del texto recoja personajes e ideas que no responden justamente a la realidad, pero que no se apartan demasiado de lo que pudo suceder. Ahora, eso sí, el milagro tiene que ser real y comprobado debidamente.
Muchos son los autores que ha habido a lo largo de la historia de los milagros, por lo que exponerlos aquí resultaría fuera de lugar. Pero debemos destacar que actualmente hay seis o siete nuevos poetas que cada año contribuyen con sus textos a enriquecer la literatura vicentina.
Y esperemos que sea por muchos más años.
RAFAEL MELIÁ CASTELLÓ
BREVE SINOPSIS DEL MILAGRO “EL PRIOR”
INTERPRETADO POR LOS NIÑOS DEL ALTAR DEL PILAR DE VALENCIA
Beniel, pueblo murciano, muy cercano a Orihuela, es el arranque del milagro que van ustedes a presenciar. El Padre Vicente, después de realizar un milagro en él, devolviendo el habla a una joven muda, siente deseos de desplazarse a Orihuela, ya que cuando estuvo en ella años antes, fue prácticamente despedido de la ciudad por culpa del prior de un convento que, quizás por envidia, le obligó a abandonar la localidad, sin poder haber predicado en ella como era su intención.
Como quiera que ha pasado el tiempo y sigue sintiendo ese deseo, decide volver, pero la presencia de una joven maligna de nombre Remei, que no es otra cosa que el propio Satanás, intenta que el dominico no llegue a Orihuela.
Todo esto, mezclado con un argumento lleno de distintas escenas, que serán explicadas por el propio autor para mayor comprensión del público, llevará a buen puerto los deseos del Padre Vicente, que al fin puede volver a pisar la ciudad, en donde realiza un gran milagro, exorcizando a una joven endemoniada, en medio del gran clamor popular que tal hecho merece.
Por ello mismo, aquel prior que años atrás causó la rápida desaparición del dominico, acude a pedirle perdón por los tratos nefastos del ayer. El Padre le perdona, indicando que no es él quien le perdona, sino Dios, que desde el Cielo le concede el perdón solicitado, a la vista de su sincero arrepentimiento.
Y le añade que ha obrado bien pidiendo el perdón, porque no le queda mucha vida, y de ese modo se ha preparado para que la muerte le alcance en gracia de Dios. Predicción que… Pero me callo, porque ahora deben de ver el milagro, ya que no debo descubrir su final.
EL AUTOR.